Un discreto callejón esconde Jardin Secret en un céntrico barrio de Bruselas. Se accede a él a través de calles que, por cierto, llevan nombres de cuentos y caballeros míticos.
Una vez allí, encontrará una fachada de madera tras la que se esconde nuestra wellness y la zona de masajes. Antes era una tienda de plantas normal y corriente donde se encontraba nuestro jardinero y guardián de las llaves. Actualmente, la entrada se encuentra un poco más allá, en Le Berger.
Quien se aventura por la puerta trasera de Le Berger y más allá acaba encontrando el jardín oculto. En medio de este territorio verde, el tiempo parece perder curiosamente su pista y textura habituales.
Dentro de estos muros, una serie de cómodas habitaciones se asoman directamente al jardín a través de grandes ventanales. Esperan a los viajeros cansados.